El conflicto es una realidad inherente a la existencia humana, se da por la diferencia entre dos partes o más sobre un tema, por lo tanto, mientras existan discrepancias entre las personas y la necesidad de imponer las ideas al otro, habrá conflicto. No obstante, el conflicto se puede vivir de una manera sana, transformándolo en oportunidades de crecimiento personal y social. En ese sentido, para la resolución de conflictos también se puede recurrir a las prácticas restaurativas, que son herramientas usadas en la justicia restaurativa, cuya finalidad es la resolución de forma pacífica del conflicto mediante el diálogo; estas prácticas restaurativas se clasifican en formales e informales, entre las formales se destaca los círculos restaurativos, y entre las informales se hace hincapié en  escucha y las declaraciones afectivas.  Así pues, las voluntarias en Purple Circle, afirman que en su mayoría resuelven los conflictos mediante el diálogo, sin embargo, desconocían el uso de las prácticas restaurativas. Además, de recurrir a algunos de los mecanismos alternativos de solución de conflictos (conciliación, arbitraje, amigable composición ,mediación), lo harían mediante la mediación, debido a la flexibilidad y la autonomía de las partes implicadas características de este mecanismo. 

Por último, es importante resaltar que para el cambio social es necesario que exista el conflicto y abundante cuidado de sí misma, así lo manifiestan las participantes:

“(…) me llevo sobre todo de este taller la reflexion del amor y la no violencia como la via para construir una mejor sociedad, y como la paz que tenemos nosotros como individuos va a tener un impacto importante en la lucha feminista…” (Grupo mujeres, técnica grupo focal).